jueves, 22 de noviembre de 2018

He Promise | Identidad y relato de Lebron James y Cleveland


Anoche Lebron volvió a su hogar. Ya había vuelto otras veces a Cleveland jugando con otra elástica. Pero fue la primera vez que volvió a al lugar al que pertenece porque allí esperan su llegada Ayer The Q recibió a su hijo pródigo con los brazos abiertos. Quizás muchos se piensen que James no necesita esa aceptación, pues es un deportista ya venerado desde la mayoría de sectores del baloncesto a nivel mundial. Y todos ellos se equivocan. Lebron no necesita aceptación para ser la figura social más importante que ha parido esa porción de terreno llamada Ohio; como no necesita de campeonatos para secundar su grandeza, pero la ovación y homenaje de ayer para James seguramente fue como colocarse su cuarto anillo en la mano -más después de lo que pasó la última vez que regresó-.

Encontrar un caso como el de Lebron en el deporte -más aún en el americano- es absurdamente improbable, cerca de lo imposible. Que a uno de los deportistas más dotados de la historia se le dé la oportunidad de jugar para el equipo de su pueblo. Que este equipo tenga una leyenda de gafe deportivo detrás a la que solo un héroe puede poner fin. Y que este héroe tenga la conciencia social para con las clases desfavorecidas de Ohio que ha demostrado a lo largo de toda su carrera Lebron James. Parece una historia escrita con anterioridad, una epopeya. 


Una historia que podría haber tenido su final el 19 de junio de 2016, cuando LBJ llevaba el ansiado título a las calles de Cleveland. Y puede que esto sea verdad, pero el 23 volvió a protagonizar una tragicomedia griega en los pasados playoffs, regalándonos uno de los relatos más brutales que se han contado sobre un parquet a lo largo de 6 semanas de lucha continua. De Indiana a Toronto, de Canadá a Michigan y de Boston a morir no en una orilla sino en una bahía, la de Oackland, el destino que ya se intuía.

Todo esto se ha ido para no volver. Lebron ha elegido irse a una ciudad donde están sus negocios, pero no su gente. Si alguien se merece poder tomar esta decisión es él, y me alegro de que mi deportista favorito de todos los tiempos pueda competir a corto-medio plazo. LAbron seguramente sea una historia digna de contar, y allí estará toda la cobertura mediática que acompaña siempre a los Lakers para escribirla para la posteridad . 

Pero esta mañana, mientras se me derramaba una lágrima viendo el vídeo homenaje que le dedicaban al rey en su casa, he comprendido que dejar de escribir la narración más pura de identificación pueblo-deportista que ha dado el deporte americano en su historia es un golpe durísimo. Y Lebron seguirá ligado a Akron, Cleveland y Ohio, siempre lo ha estado y siempre lo estará, pero no será lo mismo. El capitalismo todo se lo lleva.





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