viernes, 16 de noviembre de 2018

Paloma del Río - Mujer y periodista deportivo | #NewPaper16


Paloma del Río es una de esas cosas que se dan por hecho. Para los que cada cuatro agostos no hacemos otra cosa que sentarnos frente a un televisor y devorar horas y horas de deporte, sea cual sea la disciplina, Paloma es un indivisible de los Juegos Olímpicos. No toda ella, sino su voz. Hace un tiempo ni si quiera la hubiera reconocido si me hubiese cruzado con ella, y, sin embargo, Paloma es para mí uno de los emblemas de la comunicación deportiva de este país. Por eso, recibir la noticia de que quizás no retransmita los siguientes Juegos me lleva a la desazón de pensar que ya no será lo mismo.

El pasado miércoles 7 de noviembre pude desvirtualizar a la voz que me ha acompañado durante 5 veranos en mis maratones frente al televisor. Tenerla en frente ya es algo poderoso de por sí, pero este sentimiento se ve multiplicado por la presencia que tiene la periodista. Su mirada firme, las pocas concesiones que hace y la seguridad que desprenden las palabras de alguien que lo ha vivido casi todo en la profesión periodística.

Al comenzar la charla, esta rápidamente se enfocó a la presencia de mujeres en los medios de comunicación, en fondo –con números- pero sobre todo en forma –falta de mujeres en puestos de dirección y poder, reduciéndolas a ser caras reconocibles como presentadoras-. Y aunque para un hombre adulto, blanco y heterosexual siempre resulta enriquecedor recibir la experiencia de mujeres que lo viven desde dentro, temía que esa charla fuese una más. Una más en la que se recurre a la emotividad para que ese fervor se pierda al salir por la puerta. Pero con Paloma del Río eso no iba a ser posible. Claro que hubo momentos de denuncia y de hacer apología de la figura de la mujer. Estos, hasta que su situación no sea por lo menos equiparable a la de los hombres, deben seguir existiendo. Pero el factor diferencial de la conferencia fue la franqueza de Paloma. Diseccionó sin tapujos el panorama de medios, las realidades que ofrece la transmisión deportiva detrás de la pantalla a la hora de hacer números. Lo hizo, como era de esperar en ella, desde el absoluto pragmatismo. Incluso dando la sensación de ser la voz de la verdad en todo momento. Sin matices ni adornos, Paloma es un torrente de información y realidad puestas con firmeza sobre la mesa.

El ambiente entonces se tornó en pesimista, ¿cómo no no caer en él si los números están ahí, y no tiene parece que vayan a cambiar mucho? Incluso Paloma decía que ella se sentía pesimista viendo cerca su jubilación y lamentándose por no haber podido cambiar más las cosas. Y pese a todo esto, Paloma sigue creyendo en la radiotelevisión pública, sigue creyendo en la mujer y sigue haciendo lo posible por mejorar la situación de los deportes minoritarios aunque sepa que su situación es difícil de revertir. Y eso es lo valioso de esta charla. Paloma es una mujer que lleva más de 30 años militando en la televisión pública, cubriendo deportes minoritarios y, las más de las veces, para más inri, femeninos. Alguien que ha pasado por todos los escalones y recovecos de TVE, que ha visto el crecimiento de la cadena pública desde ser el único canal en emisión hasta el continuo desplome que sufre en los Presupuestos Generales de años recientes. Y aun así, presenta su candidatura a la dirección de televisión española porque sigue creyendo en los medios de comunicación públicos y su labor como servicio para la gente.

Si Paloma Del Río no deja ni un resquicio al cinismo, ¿quiénes somos nosotros para avocarnos a él?

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