No sé si la asignatura se estructura de forma correcta, ni si nos hemos acotado al temario. Ni siquiera sé cuanto porcentaje hemos dedicado a la parte de educación y cuanto a la de deporte. Lo que sí tengo la seguridad es de que esta es una de las asignaturas más enriquecedoras de la carrera. Iba a utilizar el adjetivo útil, pero no creo que los conocimientos adquiridos sean directamente a aplicables a la profesión periodística -que en parte también-, sino que ayudan más a ver esta en su totalidad.
La variedad de invitados ayudan a esta visión amplia de lo que es el desempeño periodístico. La escalada de Iñaki Cano pese a su padre, la continua innovación de Pecker, las peculiaridades del periodismo freelance expuesta por Marta Gómez, el nuevo periodismo de Charlas de Fútbol, identidad deportista-pueblo en Puerto Rico y, sobre todo, la macrovisión y sabiduría de Paloma del Río. Todas ellas representan formas de ver la profesión, y todas ellas son acertadas y aportan algo al imaginario del periodista.
Las clases del profesor Arturo -no sé por qué hablo en tercera persona si esto va dirigido a él- quizás no sean tan inmediatamente interesantes, pero pone el foco donde a él le interesa. Y es en ese periodismo que quiere incidir donde nadie incide, incentivándonos a no conformarnos con escribir sobre lo de siempre, que hay más sitios donde remover. Y se ve claramente que este es el periodismo en el que él cree, lo cual se agradece.
Las tareas en general me parecen interesantes. Las hay que más y las hay que menos, pero el hecho de tener que publicarlas me parece positivo. Aunque estas a veces son tan heterogéneas que el objetivo de crear una imagen de marca reconocible a veces queda difuso. Sobre todo me han gustado aquellos trabajos investigativos, que requieren de la búsqueda y contraste de fuentes para después llegar a una conclusión, algo que no había hecho durante la carrera.
Que yo sepa, y más allá de las exposiciones de algunos trabajos, no se han realizado prácticas en clase, pero tampoco las creo necesarias, pues con la participación en debates me parece suficiente.
El método de evaluación me parece correcto porque incentiva sobre todo la asistencia a las charlas, que son la verdadera sustancia de la asignatura y uno de los mayores atractivos de toda la carrera. No se obliga a nadie, pero ir a clase recompensa a la hora de aprobar, pero sobre todo a la hora de aunar conocimientos y profundizar en ellos, que es lo que cuenta.
Quizás a la asignatura le falte una dosis de enfoque, porque a veces tengo la sensación de que las clases se salen un poco del cauce sin que esto llegue a aportar demasiado.
Como conclusión, decir que me parece un lujo que exista una clase en la que se imparta un mínimo de una masterclass por semana y que los invitados, pese a acotarse en cierta medida a la asignatura -educación y deporte-, sean de gran variedad y riqueza.
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